29 novembro 2012

As políticas do cu e o combate ao vírus HIV no Brasil

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Li e gostei

Compartilhar Luciana Paes 
Meu filho hj tem 20 anos.
Nasceu uma linda menina, hoje é um homem maravilhoso, e feliz.
Desde os 13 anos assumiu sua verdadeira identidade, e desde então, temos ajudado ele em tudo.
Nossa vida sempre foi uma troca de experiências. Seu livro foi fundamental!
Tenho mais dois filhos ... Ambos mais novos, tb homens.
Ganhei seu livro de uma amiga do meu filho, assim que foi lançado.
Comí seu livro com "farinha" hehehe
Muito, muito obrigado pelo que vc é e pelo que faz por todos nós...
Quem ainda não leu Viagem Solitária, leia! Eu como mãe, recomendo !

Marta Suplicy cria Comitê de Cultura LGBT no ministério

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25 novembro 2012

Ministro Beyer: “Matrimonio civil no debería excluir a personas del mismo sexo” | El Dínamo

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Ainda precisa um projeto que seja sem laudo psiquiátrico

 

CDH aprova projeto que permite a transexuais mudança de nome em documentos

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Gorette Brandão
Projeto de lei que reconhece a identidade de gênero e permite que transexuais troquem de nome em documentos de identidade foi aprovado nesta quarta-feira (21) pela Comissão de Direitos Humanos e Legislação Participativa do Senado (CDH).  A matéria (PLS 658/2011), que recebeu texto substitutivo, segue agora para exame na Comissão de Constituição, Justiça e Cidadania (CCJ), em decisão terminativa.
A senadora licenciada e ministra da Cultura, Marta Suplicy (PT-SP), autora da matéria, afirma que o objetivo é garantir o direito que toda pessoa tem ao livre desenvolvimento de sua personalidade, conforme sua identidade de gênero. Para ela, o Congresso precisa tratar da questão do transexualismo, uma realidade entendida pela psiquiatria como o “desejo de viver e ser aceito como pessoa de sexo oposto”.
O projeto possibilita que o transexual faça mudanças em seus documentos de identificação, como carteira de identidade, titulo eleitoral, registro de nascimento e passaporte, mesmo em casos que não tenha feito a cirurgia de mudança de sexo.
Para que a alteração nos documentos seja realizada, será preciso atestar por meio de laudo técnico, fornecido por psicólogos e psiquiatras, que o nome ou sexo discordam de sua identidade de gênero. O laudo só será dispensado nos casos em que transexuais já tenham realizado a cirurgia.
O relatório foi apresentado pelo senador Aníbal Diniz (PT-AC), em substituição a Eduardo Suplicy (PT-SP).
Como sustenta o relatório, “é justo garantir às pessoas que não se identificam com o sexo e com o nome que lhe foram atribuídos ao nascer, que se sentem como se tivessem nascido no corpo errado, o direito de alterar o nome em seus documentos de identificação”.

UNIÃO HOMOAFETIVA: Decisão inovadora permite a alteração do nome de t...

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17 novembro 2012

Una política transexual ha ganado unas elecciones municipales celebradas en Cuba - Noticias gays en Universo Gay

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El femicidio ahora ya es ley

La Cámara de Diputados aprobó por unanimidad una norma que agrava la pena del homicidio de una mujer o persona trans cuando esté motivado por su condición de género. El femicidio no fue incorporado como figura penal autónoma, sino que se lo considera un agravante.
Diputados aprobó en segunda vuelta y por unanimidad la ley que castiga los crímenes considerados de género, lo que incluye tanto a mujeres como personas trans. La pena indicada es la perpetua, mayor que la condena por homicidio, fijada entre 8 y 25 años, pero mantiene el mismo criterio que en los casos en que el homicidio tiene el agravante de tratarse del cónyuge. El proyecto había tenido media sanción de Diputados en abril pasado, y en octubre, al pasar por el Senado sufrió modificaciones que devolvieron el expediente a la Cámara de origen. Diputados insistió en su propio proyecto. “En realidad el Senado no modificó el proyecto, sino que lo reordenó, y en ese reordenamiento se perdió el agravante por lesiones. Nosotros ahora lo reincorporamos”, dijo a Página/12 la diputada del FpV Diana Conti.
En marzo pasado, los Diputados iniciaron el proceso de discusión sobre los proyectos para condenar el femicidio. El impulso lo dio el caso del avenimiento de La Pampa que terminó con la muerte de Carla Figueroa. Aunque el debate llegó en realidad tras un reguero de muertes, algunas recordadas por su eclosión mediática, como el caso de Wanda Taddei. El 18 de abril, Diputados sacó con media sanción el proyecto, con 204 votos a favor y una abstención. Durante aquel debate hubo coincidencia sobre la necesidad de que el Estado implemente acciones que no remitieran únicamente a la cuestión penal. En aquel momento, la diputada radical María Luisa Storani sostuvo que “lo que sigue es quitarles la patria potestad a los hombres que hayan matado a sus parejas”.
La iniciativa, en el Senado, sufrió modificaciones. Aprobada por unanimidad por los 47 senadores presentes, mantenía la aplicación de perpetua “al hombre que matare a una mujer o a una persona que se autoperciba con identidad de género femenino y mediare violencia de género”. Pero lo hacía en un artículo nuevo agregado al Código Penal, el 80 bis. Es decir, creaba el femicidio como una figura penal autónoma y no como agravante del homicidio.
También modificaba dos incisos del artículo 80. En uno, incluía la perpetua no sólo para quien matare al ascendiente, descendiente o cónyuge (tal como existía hasta ahora), sino que lo hizo extensivo a los y las ex, fueran cónyuges, convivientes o ex convivientes. Cerró además la posibilidad de los atenuantes para quien ya tuviera antecedentes de violencia de género. Y agregó la perpetua por crímenes de odio a la orientación sexual, a la identidad de género o su expresión. También, el proyecto del Senado agregaba un nuevo inciso al artículo 80 del CP, el 11º, por el que se impone perpetua al que mate a alguien con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que se mantiene o se ha mantenido una relación. Es el caso del hombre que mata al hijo de su ex mujer, como venganza de ella.
El texto aprobado debió volver a Diputados, que tenía la facultad de aprobarlo o rechazarlo pero ya no de modificarlo. Lo aprobó habiendo acordado previamente la unanimidad y que se votaría sin lista de oradores. “El Senado no hizo modificaciones de fondo, mantuvo las penalidades y solamente reordenó, acortó, pero no cambió en esencia –explicó Conti–. En ese reordenamiento se filtró el agravante de los casos en que no se llega a la muerte, pero que termina en lesiones. Ese agravante estaba en nuestra media sanción, pero en la del Senado se perdía.”
“Insistimos con el texto originario porque algunas modificaciones no nos convencían”, señaló Oscar Albrieu (FpV), presidente de la Comisión de Legislación Penal. “En el Senado dejaban afuera el agravante cuando no fuera cónyuge o conviviente o ex. Nosotros habíamos sancionado con el agregado de si fuera novio o ex novio. Además, en el Senado creaban un artículo, el 80 bis, en lugar de agregar la nueva figura al 80. Hubo otras modificaciones un poco más complejas. El Senado, por ejemplo, castigaba por violento y no por lo que había cometido, con lo que entraba en lo que se denomina delito de autor. Nuestra Constitución no admite esa mirada porque toma en cuenta lo que cometió y no lo que es.”
–¿Usted cree que con este articulado penal se resuelve la cuestión? –No. En general la ley penal no soluciona, es un instrumento más, no es el más efectivo porque llega cuando ya sucedió. Hacen falta cambios culturales, modificar las instituciones que están involucradas en las denuncias de las mujeres, las policiales, la Justicia, los hospitales. Con poner leyes más duras no se resuelve.

Ministra Maria do Rosário assina termo contra a homofobia

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Fórum Baiano LGBT: CARTA ABERTA DO III ENCONTRO DE TRAVESTIS E TRANSE...

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14 novembro 2012

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Carlos Drummond de Andrade

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A bunda que engraçada
 

A bunda, que engraçada.
Está sempre sorrindo, nunca é trágica.

Não lhe importa o que vai
pela frente do corpo. A bunda basta-se.
Existe algo mais? Talvez os seios.
Ora – murmura a bunda – esses garotos
ainda lhes falta muito que estudar.

A bunda são duas luas gêmeas
em rotundo meneio. Anda por si
na cadência mimosa, no milagre
de ser duas em uma, plenamente.

A bunda se diverte
por conta própria. E ama.
Na cama agita-se. Montanhas
avolumam-se, descem. Ondas batendo
numa praia infinita.

Lá vai sorrindo a bunda. Vai feliz
na carícia de ser e balançar.
Esferas harmoniosas sobre o caos.

A bunda é a bunda,
rebunda.

08 novembro 2012

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O ânus é um órgão sexual?

Leandro Colling
O texto de hoje provavelmente vai gerar muita polêmica. As reações ao que postamos aqui só mostram o quanto os temas em questão são cercados por tabus e discursos de verdade que tentam, a todo custo, obrigar todas as pessoas a usar os seus corpos apenas dentro de uma mesma forma.
Vou direto à resposta da pergunta do título: sim, o ânus pode ser considerado um órgão sexual. Na verdade, qualquer outra parte do seu corpo pode ser considerada como um órgão sexual, se assim você desejar e o sentir. Primeiro vou falar do ânus especificamente e depois ampliarei o debate para pensar o corpo como um todo, ok?
Sobre o ânus ou, para usar a palavra mais usada pelas pessoas, o cu: alguns profissionais da saúde e da sexologia até concordam que o ânus pode ser considerado uma área erógena, que pode gerar prazer ao ser tocado. Alguns recorrem inclusive a Freud, que disse que um dos nossos primeiros prazeres na vida se dá através da chamada “fase anal”. Pois eu quero ir além disso, sem me filiar aos freudianos. Quero defender que o cu pode ser considerado um órgão sexual, tal como o pênis e a vagina o são.
Profissionais da saúde considerados bem progressistas dizem não ter nada contra a prática sexual anal, mas enfatizam que o ânus não teria sido criado para esta finalidade e que, por isso, não pode ser qualificado como um órgão sexual, mas como um órgão do aparelho digestivo do corpo humano.
Por mais simpática e progressista que essa leitura pode ser ela esconde uma norma sobre a sexualidade, ou melhor, um conjunto de normas criadas pelo discurso médico em consonância com outras instituições sociais que historicamente desejam controlar e regulamentar a sexualidade das pessoas. Por que? A vagina e a boca também parte do aparelho digestivo e nem por isso são desqualificadas como órgãos sexuais, no sentido de que podem ser utilizados na prática sexual sem problema algum.
Os profissionais da saúde, em sua maioria, dizem que o ânus é um local cheio de impurezas, em suma, é um local sujo e isso pode disseminar a proliferação de muitas doenças. No entanto, as pessoas que praticam sexo anal (gays ou não) já faz muito tempo que descobriram uma forma de deixar o ânus bem limpo, através do que os gays chamam de chuca (ou enema), uma espécie de lavagem que consiste na introdução de água no canal do ânus para ser despejada logo em seguida. A vagina, o pênis e boca, caso não sejam bem limpos, também serão órgãos bem sujos e proliferadores de doenças. Então, por que considerar que apenas um órgão é sujo? O que opera por traz desse discurso?
Certamente, trata-se de uma leitura que é influenciada pela norma hegemônica que estamos sempre problematizando em nossos textos aqui no blog. Michel Foucault estudou muito bem isso e devemos muitas dessas reflexões a ele. Em suma, essa norma tenta determinar tudo sobre a nossa sexualidade. Obriga que todos sejamos heterossexuais e de que façamos sexo apenas de uma determinada maneira e também especifica muito detalhadamente quais partes dos nossos corpos são erógenas e que podem ser considerados como órgãos sexuais.
Outros poderão alegar que o sexo anal deve ser combatido porque essa prática seria anti-natural, uma vez que não gera a reprodução da espécie humana. Mais um argumento que não fica em pé porque, se concordarmos com ele, toda e qualquer prática sexual só poderia ser feita se tivesse como objetivo a reprodução.
Mas, como eu disse no início, não quero tratar apenas do ânus. Uso o cu apenas como um exemplo bem provocativo e polêmico para ilustrar como nossos corpos sofrem as influências de saberes que regulam, historicamente, os nossos corpos, nossas sexualidades e nossos gêneros. Eu poderia falar de outras partes do corpo que são usadas, por algumas pessoas, como legítimos órgãos sexuais. Entre elas, certamente, estão as mãos. Para muitas lésbicas, por exemplo, as mãos são verdadeiros órgãos sexuais, elas podem se transformar em instrumentos fundamentais.
Para os praticantes de fist-fucking ocorre o mesmo. Para quem não sabe, os praticantes de fist-fucking introduzem as mãos e até os punhos no ânus de seus parceiros sexuais. O pênis e até mesmo a ereção, em geral, não possuem importância alguma nessas relações sexuais. Como nos alertam alguns pesquisadores, talvez essa seja única prática sexual que foi inventada no século 20. Vejam como nossa criatividade em relação às práticas sexuais ficou bloqueada a ponto de que em 100 anos apenas uma nova forma de praticar sexo foi criada. Enquanto isso, quase sempre fazemos sexo mais ou menos da mesma forma, muitas vezes seguindo um roteiro que obedece inclusive os padrões de uma indústria do entretenimento, notadamente a indústria pornô hegemônica, tema que desenvolverei em outro texto.
Para finalizar, quero defender, seguindo Deleuze e Guattari, que pelo menos desde o livro O anti-épido, de 1972, nos permitem entender o nosso corpo inteiro como um corpo sexual. Ou seja, nós não transamos apenas com pênis, vaginas ou ânus, mas transamos com nossos corpos e gêneros. E mais: transamos sempre em um contexto, com algum cenário, transamos, em suma, em um ambiente.
Aliás, às vezes pensamos em detalhes sobre qual será o ambiente da nossa transa. Se isso é verdade, por que ainda vamos considerar como sexuais apenas determinados centímetros de nossos corpos? Não estou sugerindo que todas as pessoas devam usar o ânus como órgão sexual, da mesma forma como muitas pessoas não consideram os seus pênis ou vaginas como aparelhos fundamentais para a prática sexual e obtenção de prazer. Apenas estou evidenciando mais uma questão relativa à diversidade sexual que existe por aí, queiram algumas pessoas e/ou instituições ou não.
Por el CuloDevo boa parte das reflexões realizadas acima a Javier Sáez e Sejo Carrascosa, autores do livro Por el culo – políticas anales, da editora Egales, lançado ano passado na Espanha e ainda sem tradução em Língua Portuguesa.
Nessa obra, eles discutem esses e vários outros temas. Termino com apenas um pequeno trecho da introdução do livro, onde eles dizem que a proposta do texto é “ver o que o cu põe em jogo. Ver por que o sexo anal provoca tanto desprezo, tanto medo, tanta fascinação, tanta hipocrisia, tanto desejo, tanto ódio. E, sobretudo, revelar que essa vigilância de nossos traseiros não é uniforme: depende se o cu penetrado é branco ou negro, se é de uma mulher ou de um homem ou de um/a trans, se nesse ato se é ativo ou passivo, se é um cu penetrado por um vibrador, um pênis ou um punho, se o sujeito penetrado se sente orgulhoso ou envergonhado, se é penetrado com camisinha ou não, se é um cu rico ou pobre, se é católico ou muçulmano. É nessas variáveis onde veremos desdobrar-se a polícia do cu, e também é aí onde se articula a política do cu; é nessa rede onde o poder se exerce, e onde se constroem o ódio, o machismo, a homofobia e o racismo”. (Sáez e Carrascosa, 2011, p. 13).
Agora compare a possibilidade de pensarmos em políticas anais (das quais falarei mais nos próximos textos) e o grau de caretice e conservadorismo que estamos vivenciando no Brasil neste momento em matéria de respeito à diversidade sexual e de gênero. Talvez assim outros textos que já postamos por aqui sejam melhor compreendidos. Ou não.
Beijos, no lugar que você desejar… E não adianta me mandar tomar naquele lugar… Não vou interpretar como um insulto. Até a próxima semana.

04 novembro 2012

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Viagem Solitária, de João W. Nery

Autora: Daniela Andrade (texto também no facebook)
Se houvesse uma escala para medir abalos sísmicos internos no leitor que entra em contato com uma obra biográfica, com certeza “Viagem Solitária” de João W. Nery alcançaria a escala máxima. A obra traz logo em sua capa a impactante frase: “Memórias de um transexual trinta anos depois” e a foto do autor antes e depois da transição. Impactante pois a transexualida
de é, ainda hoje em dia, um assunto envolto por uma nuvem de ignorância, cientificismos ou dogmas.
Antes de lerem qualquer compêndio médico sobre a transexualidade, leiam “Viagem Solitária” e descubram o que é ser transexual não pelas palavras frias de quem faz o diagnóstico quase do impossível – já que, o gênero humano não é evidenciado pelos genitais, pelos cromossomos ou pelas taxas hormonais, mas pelo cérebro, esse órgão que ainda suscita curiosidades, dúvidas e erige e destrói tabus. Descubram a transexualidade pela ótica de quem sofreu todas as agruras e as violências que a vida impõe para os diferentes mas que as superou, o tempo todo, e a todo momento transmitiu uma lição de vida em cada passagem, frase ou opinião.
João Nery nos mostra um mundo não do absurdo, não do impossível – ainda que haja quem veja o assunto com os olhos da bizarrice, do grotesco, do sui-generis. Mas sim, um mundo pleno de sentimentos que afloram e comovem, que nos comprimem contra o mais íntimo de nós mesmos ao procurar em nosso âmago toda aquela dor, toda aquela tristeza, todas aquelas alegrias e a euforia que fez parte de absolutamente toda a vida desse grande homem.
Nessa viagem que fazemos lado a lado dessa pessoa – sim, com o passar das páginas mais e mais vamos construindo a consciência de que quem nos fala é uma pessoa, não uma personagem de tratado médico, de revista de curiosidades ou programa panfletário – vamos descobrindo sensações até então inauditas, irrepreensíveis, incomunicáveis: João Nery quer o tempo todo nos comunicar o indizível, quer nos demonstrar que o impossível esculpe em nós aquilo que nós queremos. E, talvez seja essa a única escolha: viver ou vegetar, ao usar a máscara que a sociedade a nós atrelou, mas que, por muitas vezes, apenas nos sufoca. E, João Nery preferiu viver. Que ótimo: vivemos junto com ele ao longo de toda sua biografia que não nos permite parar por um só instante sem querer saber o depois.
“Viagem Solitária” é a confissão e a luta de uma pessoa contra um homem – homem que nada mais é que essa própria pessoa. Porém, nessa luta entre ele e ele mesmo, há um vencedor conhecido, fatídico e, que pode nos arrancar lágrimas quando a certa altura da história o autor decreta a si mesmo:
“Sua luta é contra o impossível ou a impotência: portanto tenha claro que será sempre um perdedor. Virar homem, como você quer, não dá. Mas não se deixará morrer assim. Tem de ficar vivo, sadio, para poder usufruir os benefícios que a evolução da ciência lhe poderá proporcionar. Enquanto esse dia não chegar, poupe-se! Brinque com o seu defeito, com a sua inversão. Fale dele em voz alta. Desfaça o monstro! Quando o drama estiver insuportável, torne-se subitamente a plateia, para se ver atuando no palco. Verá a comédia que todo drama contém, como agora, e se fortalecerá. Não adianta mais ter ódio nem pena de si mesmo. Sobretudo, é preciso ter humor. Procure a essência do absurdo. Mas não se torne um alienado, antes, um inconformado. Se, num dado momento, a dor for insuportável, não racionalize a fim de obter a pseudotranquilidade. Consuma-se sem defesa até o fim. Esprema a dor e respire fundo.” (página 63)
Mas, a maior luta do autor, não é contra si mesmo, mas contra um mundo que por tantas vezes lhe negou humanidade e lhe apontou com regras, preâmbulos, ignomínias, reprovações. Um mundo feito de pessoas que dinstiguem o que é normal do que é anormal apenas por uma constatação visual, um mundo que não quer mais ouvir ninguém, que está muito apressado tentando montar todo um arcabouço de pensamentos e opiniões inflados em cima de tratados que estão o tempo todo mudando, pois nada dizem além daquilo que querem dizer: patologizar o diferente. Enquadrá-lo como alguém além do compreensível – não por sê-lo incompreensível, mas pela preguiça que se tem de tentar entender e se compenetrar na dor do outro, mesmo que o outro seja desafiador para tudo aquilo que até então tínhamos como certo.
“Viagem Solitária” é um convite ao desmoronamento do dualismo que nos diz o que é certo e errado ou, antes de tudo, é a recriação de tudo quanto achávamos errado, sem nos darmos conta de que estamos falando de seres humanos que existem apesar e além de nós.
O dito de Clarice Lispector bem se aplica a esse caso: “Renda-se como eu me rendi, mergulhe no que você não conhece como eu mergulhei mas, não procure entender, viver ultrapassa todo entendimento”.
João Nery não só nos conta toda sua jornada de quem precisa enfrentar a família, a sociedade. De quem precisa enfrentar a ilegalidade e a vontade de estar o tempo todo recomeçando, deixando-se morrer e ressurgindo das próprias cinzas: Fênix que é. Recomeçar sua vida de professor universitário, psicólogo diplomado, de repente como lavrador, já que seus diplomas foram tornados inválidos pela mudança dos documentos. João é o espírito da garra enfrentando a própria morte ao se submeter à cirurgias extremamente invasivas, fazendo uso de hormônios com efeitos colaterais extremamente desagradáveis. Mas nós acompanhamos essa trajetória com a mesma euforia, o mesmo desespero que o acomete antes de tudo quanto ele almeja começa a acontecer. Parece até que somos nós, e não mais João, que estamos ali lutando e mostrando garra e a coragem, sem perder a ternura que mostrou-se intacta, de quem passou a observar o mundo de um prisma privilegiado – podemos até dizer que foi todo seu sofrimento e toda sua feminilidade que o transformou no grande homem que apresentou ser a todo tempo. João nos dá essa capacidade de também nos tornamos transgêneros, pela sua ótica, pela sua vida.
E, começamos a perceber o privilégio desse homem, que foi ter podido dizer sim para si mesmo e avançar, dando a cara para bater frente a um mundo que exige e cobra explicações de quem fere regras que estão sendo ditadas o tempo por bocas de quem está julgando, condenando, apontando e desaprovando.
“Viagem Solitária” nos dá vertigem frente à forma como o autor encara a mulher, as suas mulheres e a paternidade tão desejada. O muito que João tem a ensinar a todos os homens e a todos os pais, talvez, sem querer. Sem querer precisou aparecer um homem transgênero a fim de mostrar a todos nós o que é ser homem, e nos banhar nas águas do altruísmo, do amor e da luta por si mesmo, do amor e da luta pelo próximo e do caráter irretorquível, que nem todas as pedras conseguiram riscar, diamante que provou-se ser.
postado por Daniela Andrade em Daniela Andrade,Igualdade de Gêneros,Reflexões,Sexualidade